martes, 16 de febrero de 2010

Si fuera más guapa y un poco más lista; si fuera especial, si fuera de revista; tendría el valor de cruzar el bagón y preguntarte quién eres. Te sientas en frente y no te imaginas que llevo por tí mi falda más bonita y al verte lanzar un bostezo al cristal se iluminan mis pupilas. De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos, tú apartas la vista. Apenas respiro, me hago pequeñita y me pongo a temblar. Así pasan los días de lunes a viernes como las golondrinas del poema de Bécquer. De estación a estación, en frente tu y yo, va y viene el silencio. De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos, tú apartas la vista. Apenas respiro me hago pequeñita y me pongo a temblar. Y entonces ocurre, despiertan mis labios, pronuncian tu nombre tartamudeando. Supongo que piensas que chica más tonta, me quiero morir. Pero el tiempo se para y te acercas diciendo: yo no te conozco y ya te echaba de menos. Cada mañana rechazo el directo y elijo este tren. Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado; un día especial este 11 de marzo. Me tomas la mano, llegamos a un túnel que apaga la luz. Te encuentro la cara gracias a manos, me vuelvo valiente y te beso en los labios. Dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón.

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