Lejos, en el centro de la tierra, las raíces del amor
donde estaban quedarán. Entre no me olvides me dejé nuestros abriles olvidados, en el fondo del placard del cuarto de invitados; eran tiempos dorados, un pasado
mejor. Aunque casi me equivoco y te digo poco a poco no me mientas; no me digas la verdad, no te quedes callada, no levantes la voz,
no me pidas perdón.
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